A finales del 2007 fui invitado a pasar un corto período de tiempo en Córcega para desarrollar un proyecto de arte junto a un grupo de artistas. Al llegar a la isla estaba interesado en algunas creencias populares y en la situación política del lugar pero después de 2 semanas de trabajo fue muy poco lo que pude averiguar de estos temas dada la desolación del sitio donde nos hospedábamos y las pocas oportunidades de conocer gente. Esta situación me hizo concluir el llevar a cabo una "falsa" intervención.
Elaboré cinco piedras de papel con gran detalle imitando la textura y las formas de las rocas que conforman el Dolmen de Funtanaccia, el cual se encontraba muy cerca de nuestro hospedaje. Una mañana, la última de mi estancia en la isla, coloqué las cinco piedras de papel encima y alrededor del megalito, cambiando la posición de ellas cada determinado tiempo, simplemente para observarlas. Mi ideal era que algún turista tomara fotos sin percatarse de las piedras falsas y que esa fuese la única documentación que sobreviviese, perdida en algún lugar del mundo, pero nadie apareció en todo el día. Yo fui el único testigo.
Tres meses después, estando en México, me esforcé en recordar cómo se veía ese Dolmen rodeado por mis cinco piedras, con lo cual realicé un detallado dibujo. Los otros dibujos, acompañados de texto, es todo lo que logré recordar en relación con mi estancia en Córcega. Las pequeñas imágenes dentro de los círculos representan vivencias, los óvalos son sueños tenidos en la isla y los rectángulos, referencias artísticas y literarias.
2 dibujos enmarcdos
297 mm x 420 mm c/u
y dos piedras de papel
Producido por Le Pavillon, Palais de Tokio