Con la intención de problematizar la idea preconcebida de las artesanías como objetos depositarios de una identidad ancestral pura y del artesano como el responsable anónimo de mantener vigente esta cultura material, invité a un grupo de productores de diferentes gremios de la región de Cuenca a colaborar conmigo. Entendiendo su labor como la conjunción de habilidad manual y sello personal y los límites marcados por una tradición colectiva técnica y cultural, les propuse analizar la oscilación entre estas dos escalas presente en su metodología. Los trabajos realizados por cada uno de ellos se basaron en el intento de subvertir los parámetros tradicionales que rigen su oficio y potenciar los gestos en donde su mano y decisión se hacen patentes.
Al verlos como anomalías, estos objetos, a diferencia de la evidencia más representativa, revelan no el legado cultural local, sino un inconsciente cultural en el que el individuo sobresale por encima de los métodos y las formas normativos. La anomalía puede revelar y cuestionar la forma porque sólo existe en relación a ella.
Tres mesas de metal forjado
35.1 x 39 x 78 cm c/u
Objetos de diversos materiales
y tamaños
Colaboradores:
Herrería.- Segundo e Iván Gallegos (Taller Forjando Futuro)
Paja toquilla.- María Amay, Ilda Sánchez, Alexandra Zamora y Sra. Margarita (Asociación de Toquilleras María Auxiliadora)
Cobre.- Marco Machado (Taller Ahuacuna)
Ladrillo.- José Ángel Tacuri y familia, Pancho Albarracín, Román Contreras e hijo.
Piedra.- Julio (Taller de piedra Roca Dura), Héctor Efraín Parra (Taller Los Picapiedra) y Antonio Cortés
Macana.- José Jiménez y Ana Ulloa
Talla en madera.- Servilio Sarengo
Producido por la 12ª Bienal de Cuenca, Ecuador