A principios del verano del 2011 visité por primera vez el pueblo de Monterelae Valcellina en el Friuli italiano, lugar donde vivió y fue sentenciado a muerte por la inquisición Mennochio, el ahora célebre molinero, protagonista del libro El Queso y los Gusanos del historiador italiano Carlo Ginzburg.
El motivo de ese viaje, al que le siguieron unas tres o cuatro visitas más, era intentar poner en práctica la idea de indagar en la posible existencia de fragmentos de un libro o una historia que no aparecen escritas en los textos, tomando como caso de estudio el libro paradigmático de Ginzburg. Con la ayuda del experto en Mennochio, Aldo Colonnello, el investigador Davide Zanutta y de los ilustradores Arthur Lien y Jorge Aviña, desarrollé una serie de trabajos siguiendo el principio antes mencionado de examinar todos esos elementos tácitos que existen en una historia.
Trabajo dividido en varias fases.
Dimensiones y técnicas variables.
Producido por la Fundación Botín
XIX Becas de Artes Plásticas.
Algunos de los dibujos fueron realizados por Arthur Lien. Con la asesoría de Davide Zanutta y Aldo Colonnello. Asistencia de Oscar Garduño, Ulises Figueroa y Alejandro Anguiano.